La fotografía desde sus inicios ha estado en constante
cambio, mutando de un lado a otro a través del desarrollo científico y a la par
de los avances tecnológicos dejándonos una cantidad considerable de técnicas
aún reproducibles con características visuales diferenciables.
He tenido la oportunidad de estar dentro de una cámara
oscura y es una experiencia que torpemente puedo describir con palabras y no
puedo imaginar la impresión de las personas que la descubrieron. Es solo a
través de esa experiencia que me doy cuenta de cómo fue aprovechado tal descubrimiento,
pues si bien al principio solo fue un mero entretenimiento hubo pintores que lo
supieron a provechar como apoyo de perspectivas y seguramente anatomía entre
otras cosas.
La que es presumiblemente la primera fotografía que ha
sobrevivido hasta nuestro tiempo me parece verdaderamente misteriosa, creo que
es un ejercicio irrepetible y por tanto único. Tuvo ocho horas de exposición y
fue el producto de los experimentos con sales de plata de Joseph Nicéphore Niépce.
Ver como por fin a través de procesos ajenos a la pintura se logra crear una
imagen revolucionó el pensamiento y Louis Daguerre no dejó ir esta oportunidad,
decidió perfeccionar el proceso de Niépce y puso en marcha la popularización de
lo que él denominó Daguerrotipo, quitando todo el crédito al ya difunto Niépce.
Los daguerrotipos necesitan tiempos de exposición muy largos, cuando
retrata personas son posiciones muy rígidas que pienso tiene un potencial
interesante para un trabajo contemporáneo, me hace pensar en el esfuerzo físico
por lograr una imagen. Crear imágenes a partir de exposiciones largas a
personas haciendo precisamente alguna actividad que exija esfuerzo físico
superior a estar sentado por varias horas. Imagino que los resultados serán imágenes
barridas y eso es lo que me interesa.
Casi al mismo tiempo que Daguerre popularizaba por el mundo su cámara,
Fox Talbot estaba trabajando en un proceso distinto para fijar una imagen, el calotipo.
Consiste en la sensibilización de papel
y se obtiene por primera vez negativos, alcanzando así el complejo sistema que
hasta hoy se mantiene como el proceso fotográfico. Las imágenes de Talbot si
bien son más científicas veo en su génesis misma, es decir en el nacimiento de
la fotografía, el fuerte peso de la pintura. Veo como la idea del cuadro se
establece sobre el propio lenguaje que la fotografía después adquirió. Es de
cualquier modo interesante ver como el deterioro de estas imágenes le dan un carácter
distinto, pienso que si se puede lograr reproducir estos elementos pueden
enriquecer mucho el lenguaje expresivo de una fotografía.
El proceso conocido como cianotipia es descubierto pocos años después por
el astrónomo John Herschel, pero fue la bióloga
botánica británica Anna Atkins
quién le dio uso, aunque ella no pensaba en términos expresivos, sino de
registro científico. El color cian, característico de este proceso le da un
lenguaje muy particular que en lo personal no me agrada, siempre he preferido
el contraste entre blanco y negro.
La ambrotipia es uno
de los procesos fotográficos antiguos que más me han interesado, creo que es
por su carácter de poca nitidez además del juego con el negativo-positivo.
Imagino pues una misma foto en cristal donde por detrás haya zonas bloqueadas,
donde se verá como negativo y otras por donde pase la luz para que se vea positivo.
Veo en esta técnica un fuerte carácter en el retrato, un artista contemporáneo usa
esta técnica y es Quinn Jacobson quién creo utiliza el la plasticidad que el
material otorga de una forma tan personal que dan ganas de probarlo.
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